martes, 13 de noviembre de 2007

EL ECO DE LA VIDA

Un hijo y su padre caminaban en las montañas, cuando de repente el niño se lastima y grita
-¡Ah!
Para su sorpresa, oyó su propio grito que se repitió en algún lugar de la montaña:
-¡Ah!
Con curiosidad, el pequeño gritó:
-¿Quien está ahí?
Enojado por la respuesta recibida, esta vez exclamó:
-¡Cobarde!
Entonces, miró a su padre y le preguntó:
-¿Qué sucede?
El padre sonrió y le dijo:
-Hijo mío, presenta atención.
Y el señor grita a la montaña:
-Te admiro.
Y la voz le responde:
-Te admiro.
De nuevo, en hombre grita:
-Eres un campeón.
Y la voz le responde:
-Eres un campeón.
El niño estaba asombrado, pero no entendía.
Luego, el padre le explica:
-La gente le lama "eco", pero en realidad
¡es la vida!; te devuelve todo lo que dices o haces.
Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.
Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor.
Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean.
Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los
que conoces.
Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida; ella te
regresará exactamente aquello que le has dado.
Tu vida no es una coincidencia, sino un reflejo de ti.
Alguien dijo:
"si no te gusta lo que recibes de vuelta,
revisa muy bien lo que estás dando".


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