miércoles, 7 de noviembre de 2007

LA ESPOSA DE DIOS

Un niño de 10 años estaba parado frente a una tienda de zapatos ern el camino, descalzo apuntando através de la ventana y temblando de frio. Una señora se acercó al niño y le dijo:
-Mi pequeño amigo, ¿qué estas mirando con tanto interés?
-Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos, fue la respuesta del niño.
La señora lo tomó de la mano y le llevo adentro de la tienda, le pidió al empleado que le diera media docena de pares de calcetines para el niño. Preguntó si podría darle un recipiente con agua y una toalla. El empleado rápidamente le trajo lo que pidió. Ella se llevó al niño a la parte trasera
de la tienda, se quitó los guantes, le lavó los pies y se los secó con la toalla. Para entonces, el empleado llegó con los calcetines. La señora le puso un par al pequeño y le compró unos zapatos.
Juntó el resto de pares de calcetines y se los dio.
Ella lo acarició en la cabeza y le dijo:
-No hay duda, pequeño amigo, que te sientas más cómodo ahora.
Mientras ella daba la vuelta para irse, el niño la alcanzó de la mano mirándola con la lágrima en los ojos y le preguntó:
-¿Es usted la esposa de Dios?

No hay comentarios: